Mantén la piel limpia: debemos limpiar diariamente nuestra piel con los productos adecuados, si es una piel más grasa deberíamos utilizar panes dérmicos y si nuestra piel es normal o seca leches limpiadoras. Después aplicamos un tónico también adecuado a nuestra piel para restaurar el pH y una crema hidratante por las mañanas y otra nutritiva por la noche.

Una vez por semana debemos exfoliar nuestra piel, y realizar una limpieza más profunda con nuestra esteticista cada 2-3 meses según nuestras necesidades. Hay que crear el hábito de limpiar nuestra piel tanto por la mañana como por la noche aunque no nos maquillemos.

Serum: cosmético que se utiliza en acción conjunta a la crema hidratante, tiene mayor concentración de principios activos y se aplica una o dos veces al día, preferiblemente por la noche.  A partir de los 30 años son una buena edad para comenzar a utilizarlo.

Alimentación: priorizamos el consumo de frutas y verduras que en verano son más apetecibles, están llenas de vitaminas y antioxidantes.

Para hidratar el cuerpo la mejor bebida es el agua y los zumos naturales ya que en verano nos deshidratamos más fácilmente y eso se nota en nuestro rostro.

-ALIMENTOS CON BETACARROTENOS: Nos ayudan a que el bronceado sea más rápido uniforme y duradero, espinacas, zanahoria, cebada, berros, cebollino, pimiento, remolacha.

-ALIMENTOS CON VITAMINA C: Son alimentos antioxidantes y desintoxicarte. Lácteos, pollo, pescados, mariscos, cereales.

-ALIMENTOS CON VITAMINA E: es otro potente antioxidante. Jamón, aceites de primera presión en frio, semillas de girasol, lino, sésamo, aceitunas, kiwi, aguacates.

Descanso nocturno: Duerme mínimo 8 horas diarias. La piel se recupera durante la fase de sueño.

Cuidado con el cloro y el sol: no es recomendable para nuestra piel y cabello, por eso para acabar un día de piscina date una ducha y después termina con productos hidratantes y nutritivos. Además, para prevenir el foto envejecimiento  debemos utilizar un factor de protección solar apropiado a nuestro tipo de piel e ir renovándolo.

El mar también tiene beneficios sobre nuestra piel ya que tiene un alto contenido en sales minerales, es rico en sodio, cloro, magnesio, azufre, calcio y yodo que son absorbidos por nuestra piel.